Líder musulmán de Egipto acusó de “terroristas sanguinarios” a los yihadistas del Estado Islámico
El gran muftí Shawki Allam, máxima autoridad religiosa del país africano, dijo que el grupo que asola Irak “viola todos los prinicipios islámicos”. Pidió la cooperación internacional para combatirlos
El gran muftí Shawki Allam, la más importante autoridad religiosa de Egipto
Las masacres perpetadas por los terroristas del Estado Islámico en nombra del Islám en Irak han encendido luces de alarma entre los musulmanes. Luego de las críticas de la Liga Àrabe, ha sido ahora la máxima autoridad religiosa de Egipto, país de gran influencia regional y peso político entre los creyentes,quien ha criticado en público al grupo.
El Estado Islámico “viola todos los principios islámicos y la intenciones de la ley islámica de la shariá (la ley islámica”, dijo el gran muftí Shawki Allam, la más importante autoridad religiosa del país africano. En sus declaraciones, que fueron difundidas por la agencia estatal de noticias, Allam también dijo el que “sanguinario grupo extremista” ha dañado la imagen dekl Islam y ha abierto el camino a la destrucción de los países musulmanes.
“Enfrentarse al terrorismo demanda cooperación internacional y regional a todos los niveles”, señaló el clérigo. “El futuro del mundo arábigo enfrenta una dura prueba”. Las palabras de Shawki llegan un día después de que el Vaticano pidiera a los principales líderes musulmanes condenaran las matanzas de cristianos registradas en Irak por los islamistas radicales.
El Estado Islámico es un grupo que se escindió de al-Qaida y se ha apoderado de amplios territorios en el noreste de Siria y amplias zonas del vecino Irak. Luego de una ofensiva relámpago de las milicias en junio declararon la intención de establecer un califato en la frontera entre Siria e Irak y su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, llamó a todos los musulmanes a apoyarlo.
Fundamentalistas islámicos han soñado desde hace años con la creación de un califato para reproducir el esquema del gobierno que rigió durante cientos de años en Medio Oriente, el norte de África y otros territorios. En su ofensiva, el Estado Islámico se ha mostrado implacable con los opositores, sobre todo si no son musulmanes.
Las minorías cristianas y yazidíes son las más golpeadas. Obligadas a escapar de sus ciudades, miles de fieles vagan por el desierto en el norte del país, donde avanzan hacia el Kurdistán en busca de protección.
- Infobae
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